Tras dieciocho temporadas consecutivas en Tercera División, en el verano de 1971 el Club Deportivo Lugo vivía inmerso en los mismos problemas institucionales y económicos que había sufrido hasta entonces. El Presidente José García Pena le confió la dirección del equipo a Abel Morán “Pontoni” que fue destituido en la jornada 14 debido a los malos resultados deportivos. Le sustituyó García Balado que no logró enderezar el rumbo de un equipo que terminó 16º en Liga, condenado a la promoción de descenso. El rival en la misma fue el Pegaso madrileño. En el partido de ida los albivermellos no lograron pasar del empate sin goles por lo que todo quedó por decidir en el partido de vuelta. En el partido de vuelta, disputado en la Ciudad Deportiva del club madrileño, los locales no dieron opción y vencieron por 3-0 al CD Lugo, consumándose el único descenso a Preferente de los albivermellos.
Con el objetivo de recuperar la categoría perdida Alfonso Pintos llegó al banquillo del Anxo Carro en medio de un ambiente marcado por el pesimismo. Los albivermellos se empeñaron en que la pesadilla sólo quedase en un capítulo y con una trayectoría inmaculada lo lograron. El equipo comenzó la temporada con una clara victoria por 3-1 frente al Atlético Pontevedrés, llegó al final de la primera vuelta como líder alcanzando el ascenso automático con una victoria por 7-1 frente al Choco de Redondela proclamándose como Campeón de Liga con 13 puntos de ventaja al segundo clasificado (SC Arosa), sólo una derrota y Baldo como pichichi con 37 goles.
En la temporada del retorno a Tercera División Pintos siguió como entrenador haciendo un buen papel y clasificándose en la décima posición. Entre el final de esa temporada y el principio de la siguiente se iba a producir uno de los hitos en la historia del Club: la inauguración del nuevo Estadio Anxo Carro. El 31 de agosto de 1974, con la disputa del primer partido de un triangular entre el Lemos CF y el CD Lugo la nueva sede albivermella se ponía de largo. El gol anotado para los de Martín Esperanza por Richard fue el primero que se pudo ver en el nuevo campo a orillas del Miño. Al final de esa temporada, el equipo se iba consolidando en la nueva categoría, alcanzando el quinto puesto en la 1974-1975.
En la 75-76 repiten García Pena como Presidente y Martín Esperanza como entrenador. El club, sumido en los recurrentes problemas económicos, se libra del descenso directo en la penúltima jornada con una victoria por 0-1 en Monforte ante el Lemos. El rival en la promoción fue el Peña Sport de Tafalla. En el partido de ida, disputado en Tafalla ante un gran ambiente, el CD Lugo arañó un magnífico empate sin goles. En el partido de vuelta, con goles de Camuel y Veiga, los de Martín Esperanza consiguieron una victoria cómoda e incluso corta por dos goles a cero, salvando la categoría.
La 76-77 fue una temporada en la que el equipo continuó en la misma línea, sufriendo en la lucha por evitar el descenso hasta el final, para acabar en la zona templada: décimo cuarto puesto.
Manolín fue el encargado de pilotar la nave albivermella en la temporada 1977-1978. Con una plantilla muy corta y en condiciones precarias, el CD Lugo fue de menos a más (llegó a estar a ocho puntos del Fabril y a seis del Deportivo Gijón) alcanzando el Campeonato de Liga y, por tanto, el ascenso directo con una victoria por cero goles a uno en Reinosa ante el Naval con gol de Toledo. El equipo con el que formó Manolín aquel histórico día estaba compuesto por Vita (autor 35 años después del himno del Club); Fariña, Bilbao, Tito; Tapia, Álvarez; Canelas, Félix, Camuel II; Camuel I y Toledo (también participaron Charly y Veiga).